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Mitología

Basajaun. El Señor del Bosque

EL MISTERIO DEL BOSQUE

Cuando la primavera comienza a despertar, pausadamente, el bosque se imbuye en una magia profundamente magnética, en una energía inigualable, que nos espera para que nos sumerjamos en su esencia atávica.

Hayas, robles, abedules, arces, sauces, espinos, serbales, saúcos… cada uno siguiendo su propio ritmo vital, marcado por los misteriosos ciclos naturales, nos regalan un momento espectacular, la brotación de las primeras hojas verdes.

Los brotes recién nacidos de un verde etéreo, casi transparente, crean uno de los grandes espectáculos de la naturaleza, hay mismo, en nuestros mágicos bosques. Es, ni más ni menos la magia del bosque.

PRIMEROS BROTES VERDES

Esa magia la sintieron profundamente aquellos que nos precedieron, hasta el punto de colocar en el bosque gran parte de creencias, de sus deidades, todo un elenco de seres míticos, habitantes de la floresta. Uno de estos genios, que guarda la esencia de la vieja mitología del bosque es Basajaun.

Quizás sea uno de los mitos más “queridos”, de la vieja mitología de las montañas, su sola mención, nos lleva a lo más profundo del bosque, a la magia telúrica de la bruma entre los árboles, a la sabiduría ancestral de los árboles. Basajaun, y su reflejo femenino Basandere, nos esperan en el corazón de la floresta.

MISTERIOS DEL BOSQUE

SER BENEVOLO DE ASPECTO ATERRADOR

Basajaun, el señor del bosque, se presenta como un ser descomunal, poseedor de una fuerza inmensa, que cubre su enorme cuerpo con una larga cabellera que le llega hasta las rodillas tanto por delante, como por detrás. Su apariencia es humana, siendo una de sus patas de forma circular, parecida a la del ganado vacuno, y la otra como la de los hombres.

Habita en cuevas en lo más profundo del bosque, y aunque en algunos lugares, se le otorga carácter maligno, es a pesar de su terrorífico aspecto, un genio protector. Y es que este numen cuida de los rebaños, avisando a los pastores de la cercanía de las tormentas emitiendo silbidos. Su presencia tranquiliza a los pastores, la cual anuncian las ovejas haciendo sonar al unísono sus cencerros, momento en que los ganaderos pueden descansar tranquilos pues el lobo no hará acto de presencia, a cambio los hombres le obsequiaban con algún trozo de pan. Es, por tanto, un personaje que representa la seguridad de los bosques, un tanto olvidada en este mundo súper tecnológico, esa protección que buscamos cuando nos sumergimos en la floresta.

En varias leyendas aparece el numen femenino conocido como Basandere, la señora salvaje o de la selva, cuyo aspecto es similar al de su cónyuge.

BRUMAS EN EL HAYEDO

GENIO Y BOSQUE, ¿UNA MISMA ENTIDAD?

Directo heredero de la vieja cultura en la que los bosques y los árboles eran entes sagrados. Una teoría nos dice que en los tiempos antiguos, nuestros ancestros adoraban a los árboles, o más bien a los seres, a los numenes,  que moraban en los mismos. Son muchas las culturas que tenían en los bosques sus santuarios, pero con la llegada de los nuevos usos, estos lugares pasaron a ser lugares terroríficos, en un claro intento de eliminar esos antiguos cultos a la floresta, un ejemplo lo vemos en los diferentes cuentos clásicos donde el bosque siempre es un lugar peligroso.

Árboles sagrados han sido fundamentales en las antiguas culturas, el roble, es quizás el principal para muchas viejas cultura. En nuestra tierra, tenemos un ejemplo tangible de esta cultura arbórea, el roble de Gernika. El haya, protectora y acogedora; abedules, de los que podemos hablar de una cultura del abedul en las regiones del norte; el tejo vinculado a la cultura celta, el espino albar, el fresno, son sólo algunos ejemplos…

Con el tiempo, estos antiguos cultos arbóreos van tomando apariencia más reconocible, tomando forma un tanto humana, es donde surge la figura de Basajaun.

El mito de Basajaun y su relación con la dendolatría, nos sumerge mágicamente en ese mundo feérico, misterioso, de gnomos, hadas, duendes, leprechauns, que hunde sus raíces en lo más profundo de la cultura de la vieja Europa.

Basajaun nos trae su atávico mensaje de respeto a la naturaleza, a la Tierra, a los árboles, a los animales, al bosque,… ¿Seremos capaces de apreciar su recordatorio, de que nosotros también somos parte primordial de la natura?, ¿que pertenecemos a toda esta magia?, solo tenemos que acordarnos de vez en cuando.

HAYEDO

LOS HOMBRES ROBAN SUS SECRETOS

Al igual que sucede con otros genios mitológicos, Basajaun representa los antiguos usos, las tradicionales formas de vivir, de ver y entender la vida, y que se enfrenta con las nuevas formas culturales. Por ello, en muchas leyendas aparece como un ser ingenuo, de talento corto, a los que los humanos, representados por un santo, San Martinico o San Martín Txiki, un héroe culturizador, roba diferentes técnicas, tanto agrícolas como de producción de diferentes herramientas, indispensables para la evolución cultural del ser humano. Secretos estos, por ejemplo el cultivo de cereales como el trigo, el mijo o el maíz; también de la fabricación de la sierra o del eje del molino. La astucia de los humanos (nuevos usos), vence a la ingenuidad de la vieja cultura.

Como ejemplo de ello, tenemos una leyenda que aconteció en la montaña de Muskia, en Aralar y que dice así:

EL SECRETO DEL CULTIVO DEL TRIGO

“Los basajaunes que vivían en Muskia, cultivaban trigo, tenían los granos y los secretos de sus cultivos. Los humanos, carecían de ello, por lo que San Martín, fue a visitar a los gigantes, con la secreta intención de robarles granos de trigo. Allí vio que el cereal estaba colocado en montones aislados, en ideó un ardid. Apostó con los basajaunes quien era capaz de saltar más lejos por encima del cereal, los genios aceptaron pensando en la ingenuidad del humano, por apostar un salto contra unos seres gigantescos como ellos. Los numenes saltaron lejísimos, pero San Martín cayó intencionadamente sobre el trigo, se había calzado unas botas, intencionadamente bastante más grandes de lo que le correspondía, por lo que una gran cantidad de trigo, llenó su calzado. Se despidió y tomó el camino de vuelta, pero los basajaunes se dieron cuenta del engaño, y comenzaron a perseguirle, sin éxito.

San Martín tenía el cereal, pero desconocía cuando sembrarlo. Días después un paisano acertó a pasar cerca de la morada de los basajaunes, y escuchó a los genios cantando una canción donde indicaba cuando sembrar el trigo. Refirió a San Martín la letra escuchada, de forma que los humanos consiguieron cultivar este cereal”.

HAYA TRASMOCHA

 REFLEJO EN OTRAS CULTURAS

La cultura del bosque, tiene su reflejo en muchísimas culturas ancestrales, en su mitología, creencias, cuentos, en forma de genios, dioses, duendes, vinculados directamente con nuestro mito de Basajaun. Gran parte de la Vieja Europa, allí donde los bosques eran el eje de la vida y de la religión ancestral, tienen mitos relacionados con ellos. Gran parte de las viejas culturas arcaicas, tenían en los bosques, los santuarios a sus deidades.

Como ejemplo podemos citar el Musgosu cántabro, espíritu de los bosques que se cubre de musgo; su reflejo asturiano es el Busgosu, algo similar a un fauno; los mouros gallegos, Basajarau y Bosnerau pirenaicos; Artemisa griega y Diana romana; y toda una legión de seres mágicos que habitan el bosque, hadas, duendes, trolls, leprechauns, faunos o gnomos, que nos susurran la magia del bosque, del que nosotros también somos parte.

EL BUSGOSU

Contamos en nuestra tierra, en varias zonas, entre ellas en la zona de Zuia, con una bella leyenda, unida a la tradición mitológica de gran parte de la Península, La Vieja del Monte.

Cuentan que cuando los hombres trabajaban en los bosques, carboneros, leñadores,… guardaban en el zurrón un trocito de pan de su propia comida, que bajaban a casa. Los niños esperaban este pan como agua de mayo, pues se decía que lo había dejado allí la Vieja del Bosque, un ser mágico que habitaba el tronco hueco de un haya. Era un espíritu protector del bosque.

ALGUNAS LOCALIZACIONES DEL MITO

A pesar de los maravillosos bosques que pueblan nuestras montañas, no se localiza en demasiados lugares el mito de Basajaun. Lo encontramos con el nombre de Anxo en la localidad bajonavarra de Esterenzubi; acompañado de Basandere en los mágicos hayedos de Iratí; en los bosques de Zeanuri; en la zona de Kortezubi; Oiartzun; Zerain; en la cueva de Basajaun Etxe, en Lantz; en el caserío Basajaundegi en Azpeitia; en Muskiia, Ataun; en la cueva de Askoa, Aralar; o en la montaña de Mondarrain.

SALBATORE DE MENDIBE

Calcémonos las botas de perseguidores de belleza, tomemos la mochila de la curiosidad y huyamos, huyamos a la seguridad del bosque, huyamos a escuchar su atávico susurro. La experiencia, no les defraudará, el bosque nos abrazará con su bruma telúrica, nos contará bajito y despacito sus secretos, y quien sabe, tal vez y solo tal vez, Basajaun se decida a acompañarnos siquiera un instante, en nuestro vagabundear.